Consejos de mudanza

Recomendaciones antes de hacer una mudanza

Lee nuestros consejos si necesitas realizar una mudanza, de vivienda, de oficina, en Madrid o en cualquier punto de España o Europa

¡¡¡Nos mudamos!!! ¿Pór dónde empezar?

Ante todo, organización:

Decidir qué llevar es lo que más tiempo puede suponernos. Porque puede ocurrir que nuestro nuevo destino ya tenga muebles, o que sea más pequeño, o porque aprovechemos la ocasión para deshacernos de esas cosas que ya no damos uso.

Lo que no queremos llevar lo seleccionamos: nuestros familiares o amigos podrán aprovechar alguna cosa o alguna organización que se dedique a fines altruistas o venderlo en el mercado de segunda mano, por lo que con cuanto más tiempo contemos, mejor podremos colocarlo. Habrá cosas para tirar al punto limpio, y eso también hay que tenerlo en cuenta para la mudanza.

¿Ya sabemos con bastante seguridad lo que vamos a llevarnos?

Ahora empieza la planificación de la mudanza propiamente dicha. Aunque podamos contar con la ayuda de familiares y amigos, las cosas más pesadas o difíciles de transportar siempre es mejor dejarlo en manos de quien sepa y esté acostumbrado a hacerlo: los profesionales de las mudanzas.

Y aquí entra Mudanzas Transiv. Para que nuestra mudanza no sea más estresante de lo que en sí ya es, dejemos que sus experimentados operarios se ocupen de todo; nosotros coordinamos y nos relajamos. Mudanzas Transiv ofrece el servicio que mejor se adapte dependiendo de lo que necesitamos transportar, a cómo vamos a organizarlo y al montante que queramos gastarnos.

Suponemos que queremos “nos lo hagan todo”. Cuando se ofrece el presupuesto completo, los clientes lo contratan porque prefieren pagar un poco más pero que los operarios lleguen a la primera vivienda, recojan, trasladen y coloquen en el destino las pertenencias y mobiliario sin dar más quebraderos de cabeza.

En Transiv están acostumbrados a embalar enseres y mobiliario en el menor tiempo posible pero con el máximo cuidado y seguridad.

Más consejos útiles:

Preparativos: si somos nosotros quienes vamos a embalar, compraremos con anterioridad cajas, papel y plástico de burbuja para envolver, cinta adhesiva, papel para anotar y marcadores. Empezaremos a empaquetar todo aquello que no necesitaremos para el día a día: ropa de la anterior temporada, adornos, libros… pero controlando el peso, pues aunque la caja sea grande no la cargaremos a tope, porque no podríamos moverla o podría desfondarse. Trabajemos por áreas, cada caja debe contener cosas que pertenezcan a un sólo lugar, no mezclemos, para que sea más fácil reubicarlas en la nueva vivienda. Si la mudanza es de una familia entera, conviene colocar el nombre del dueño de las pertenencias, para facilitar la repartición una vez que estén en el nuevo hogar. Y las cajas con cosas frágiles deben ir claramente etiquetadas.

Confeccionemos una lista con el contenido de cada caja; de esta forma si necesitamos algo sabremos dónde buscar.

Primera necesidad: embalaremos en una caja señalada lo básico para el nuevo hogar, como platos, vasos, cubiertos, toallas, una olla, sartén, y lo que creamos necesario al llegar a nuestro destino. Lo dejaremos aparte para tenerlo controlado.

Objetos valiosos: los llevaremos siempre con nosotros. Realizaremos copias de seguridad de los ordenadores. Haremos fotos de conexiones complicadas de aparatos o del diseño de alguna estancia o de las disposición de cuadros o demás adornos que queremos mantener.

Llegar al nuevo hogar: Transiv montará y colocará los muebles y ubicará las cajas en un santiamén. Si no contratamos el servicio de desembalaje, procuraremos ir sacando las cosas y doblando las cajas al mismo tiempo. Empezaremos colocando las cosas de la cocina y el baño, después, las habitaciones y por último el salón, que es, normalmente, donde más hay que colocar. Dejaremos el trastero para un fin de semana de lluvia…

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